María Romero se jubila

El 19 de noviembre vivimos una tarde de celebración y homenaje en Montemar.

No siempre un empleado del Club y compañero se jubila; por ello son ocasiones que se convierten en momentos emocionantes, entrañables y cargados de un significado y sentimiento especiales.

Después de 44 años de trabajo y dedicación al Club, María Romero, empleada en las instalaciones de la sede de la Albufereta, recibió una calurosa despedida institucional del Club de manos de nuestro Presidente, Jose Pedro García, como colofón a la despedida que todos sus compañeros le bridaron días atrás, tras su reciente jubilación el 31 de octubre.

No fue una despedida cualquiera, sino de esas que sólo se viven en Montemar, con pasión, cariño, aprecio, y el sumo respeto a una persona que ha dedicado su vida entera a Montemar con profesionalidad y compromiso, contribuyendo a que nuestras instalaciones estuvieran siempre bonitas y en el mejor estado posible.

En la recepción, nuestro presidente se deshizo en elogios hacia María, agradeciéndole su encomiable labor, destacando su “profesionalidad y entrega durante más de 4 décadas, en un trabajo que ha desarrollado con cariño y fidelidad durante toda su vida laboral”.

Nuestro presidente, en nombre de todo Montemar y sus socios, entregó a María una placa de reconocimiento, varios regalos y el nombramiento de socia vitalicia de Montemar, porque después de 44 años de servicio al Club, la vida continúa pero el vínculo permanece, de una manera distinta pero tan intensa como hasta ahora, en esta, su segunda casa de la que siempre formará parte.

Fueron unos minutos muy intensos en los que compartimos vivencias, emociones y recuerdos que quedarán para siempre en nuestros corazones, tras una larguísima trayectoria que comenzó para María en 1975, cuando las instalaciones del Club en la Albufereta iban a ser inauguradas poco tiempo después.

María no podía disimular su emoción y agradecimiento ante tan calurosa despedida, y aseguró llevar a Montemar en lo más profundo de su corazón. Sin duda, María deja a muchos amigos, compañeros y gente que le aprecia.

¡Disfruta María de estos maravillosos años que tienes por delante!, ¡te lo has ganado! Te debemos una comida o cena de celebración cuando las circunstancias lo permitan.